Amor
Tal vez cuando regreses esta noche, vestido de sonámbulo, saludando al guiño de semáforos que te espera en la esquina, cuando salgas al frío de la noche aniquilado por todas las estrellas, cuando salgas y el viento te salude las solapas y te ponga la sangre de puntillas, tal vez, te celebre el cansancio. Quizá añores una sábana de tréboles y una almohada de albahaca, necesites la música en silencio seduciendo tu oído, la paz de un sueño blanco que te libre de todo, que te lave las culpas, Pilatos trasnochado, que te enjugue las lágrimas que te rodean por dentro, en un desempeño sin testigos.
Tal vez te salude algún grillo los zapatos...
Tal vez ni te das cuenta que un pájaro tirita en una rama y se esconden las manos de los árboles...
Quizá vayas de prisa, clandestino habitante de relojes, tal vez ni tengas tiempo de saludar a un ángel del asfalto que de seguro duerme entre los tachos.
Acaso te sientas solo y no me veas saludándote desde la cornisa , trepada en el cartel de alguna esquina en la pestaña de una estatua . Pero de igual manera te acompaño. Allí por donde vayas esta noche , allí donde presientas que te duele estoy.
Estoy en algún pájaro noctámbulo o en ese perro solitario que te mira pasar como escrutándote.
Estoy como un testigo entre penumbras , vigilando tu paso del insomnio. Voy viajando en tu tiempo como otra pasajera del vértigo.
Soy la repetición de tus preguntas. Otro transeúnte trasnochado, cansado de buscar calles perdidas . Culpable de inocencia.
Ala Azul.-
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