En esta oportunidad, una carta de Nelly Angela Constante
A vos
Fui el cordón de tu zapato. Tu bufanda en pleno invierno. Tu secador de pelo en muchos casos. Tu cenicero para no manchar la alfombra. Tu hombro, donde a veces lo apoyabas, el azúcar para tu café.
Tu espejo para poder reflejarte, tu alicate, tu perfume, a veces tu corbata, tu pañuelo, tus medias blancas.
A veces fui tu sombra, muchas veces la lámpara, alguna que otra vez tu oreja, la pasta de tus dientes, la colonia, la crema de afeitar, tu billetera. Muchas veces fui tu confidente, digo muchas veces pero fueron pocas.
Fui tu silla, tu boleto de ida y vuelta, tu plumero, la franela que limpia tus anteojos.
Fui para vos la cosa cotidiana, indispensable, pero sin importancia. Fui todo aquello a lo que acudimos a diario, sin darnos cuenta, sin reparar que sin ello no podemos recorrer lo simple y cotidiano d ela vida.
Fui todo eso y algunas cosas más. Pasé inadvertida, tímida, incapaz de ser lo suficiente para que te dieras cuenta cuánto te amaba.
Fui y fuimos dos cosas distintas....pero iguales. Te di lo que vos querías que te diera y también todo lo que necesitabas.
Nelly A.Constante.-
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