Mi querido Roberto
¿Nos perdonará la noche no habernos besado ?Toda experiencia enriquecedora que desperdiciamos, constituye una pérdida irreversible.
Aquello que no fue, se nos fue para siempre. en ese momento y lugar...entonces digo y repito....qué perdonará la noche?
La gran lección de libertad que me proporciona tu carta y tus palabras-las estoy leyendo una vez más...y tántas ya ! me abre un universo nuevo. Es tan hermosa! Nadie jamás me escribirá otra carta así.
No sé si yo lograría igualarte haciéndolo, pero vivir en un anonimato literario no me asusta ni me desvela, ni tampoco responder con otra pieza poética como la tuya...mis pretensiones van mucho, pero mucho más allá, aspiro nada menos que a ver el mundo con ojos de poeta y vivir en perfecta armonía con mi forma de pensar y de sentir.
No redondear un poema no me preocupa tanto, si la sensación de fracaso que experimento ahora, pensando que la noche no nos perdonará. Pero ya encontraremos, Roberto, esa calle o esa plaza que propones...para caminar sin rumbo, vacíos de otros propósitos, por el placer nomás de caminar, como tanto te gusta, y besarnos, besarnos...que nos moje la luna y el frío nos entre en los huesos y la sangre, en este maravilloso invierno que nos conocimos.
Un acto sencillo, Roberto, tal vez adulto-adolescente...robarnos las caricias, espiarnos nuestras fibras, contener mis lágrimas, acto capaz de fijarse para siempre en nuestra memoria y nuestras vidas. Cómo escribir, entonces, un poema a la noche sin mentir, Roberto?
Dejemos que el misterio nos siga esperando , mientras nosotros nos pensamos, Sigamos leyéndonos, parece nuestro sino...tanto correr, tantos kilómetros, se recompensa con el placer y amor que encuentro en escribirte.
Mi corazón ya está enloquecido de alegría.
Siempre
Elsa.
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