domingo, 20 de septiembre de 2020

Carta a un sueño- Silvia Bellantese.-

 Siempre estás en mis sueños, sos ese ángel que ilumina mis noches...esa luz, la única luz que necesito para vivir mejor en estos momentos.





Mis ojos se encontraron hace años en tus ojos descubriendo el significado omnipotente del silencio.





Las palabras sobraban...





No existían caricias más sensuales que la de tus ojos, con ellos aprendí que es posible hacernos el amor en cualquier lugar...





Aprendí el poder de la mirada que protege y desnuda, que suplica y enfurece, que acaricia y deslumbra....





Pero tus manos un día recorrieron mi espalda y volví a aprender que había más que un canal posible de comunicación entre vos y yo....





Tus manos amplias, acariciadoras, estimulantes, me hacen sentir mujer una vez más...Durante años, sentí la sensación de la insensibilidad absoluta del mundo, hasta que te descubrí y llegué a volver a creer en la posibilidad del amor. (Es curioso como el amor puede aparecer si sabemos estar atentos en la mirada o el tacto, haciendo así el acto más sublime que el hombre necesita )





Ahora, necesito de ese sueño para poderme encontrar, para hallar aquélla que fui cuando aún no tenía historia, cuando andar por la vida era un regalo, cuando sonreír era la forma más simple de comunicarme y así resurgir del letargo de la tristeza, pero para ello necesito volver a soñarte y tocarme en tus ojos y verme en las palmas de tus manos...





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