Me descendió el amor desde los ojos
y se me fue a pasear por tus caderas
y me encontré bebiendote los labios
en el complice instante de la siesta
Un jazmín chamuscandose en tu pecho
nos impregnaba de la primavera
y me aterciopelaba los sentidos
la piel de tus mejillas de uva fresca
tenas la mirada cristalina
como suelen tenerlas las muñecas
una risa rimada y cadenciosa
copiada del murmullo de la acequia
en los diez dedos versos de tus manos
y las sombras más densas de las sombras
entretejiéndote la cabellera
la tarde se hizo noche en tus brazos
andaba el duende del amor de fiesta
y en aquel carrusel apasionado
nuestros nombres unidos, daban vueltas.
Extraido del libro Proyecto de vida . Concurso nacional de poesía
2001-
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