Fue entonces.-
Cuando escuché la voz de los frutales
doblados por el viento
una extraña ternura nació en mí
salió de mí
y se me enredó en los dedos
Fue entonces que lloré
con tana fuerza
de tal modo lloré
con tanta furia
que los jardines todos comprendimos
y se abrieron sus flores en la lluvia
Los destinos cruzados se descruzan
al escuchar la voz de los que esperan
el viento se calmó Cesó la lluvia
y allí estabas
sobre los viejos puentes de madera
Todo lo que queda tibio
bajo la humana apariencia de mi deshumanizada piel
no es más que el resto
de los restos que fui sumando
todo cuanto espero no val lo suficiente
los recuerdos , las vidas
se agolpan frente a mi puerta
reclamando la perenne deuda que persiguen mis zapatos
nada llega hoy a sorprender mis ojos
no hay caricias en los surcos de mis manos
Otoños, inviernos
y solo una pared como sostén en mis huesos
solo un gran punto de silencio
dividiendo mi palabra
los espacios y las sombras
trascienden de mi mente hasta mi mente
despierto por las noches languideciendo sueños
llego aquí
para escuchar el dolor de la nada
sostengo entre las piernas la humedad de unos labios
una plegaria es hoy blasfemia en mi boca
tres lágrimas secas
aún perforan mi costado
y la seca sangre de la vieja herida
de vez en cuando pare un grito en mi garganta
Siento tanto
que todo el tiempo viene a pertenecerme
ya no quedan ganas solo tierra suma y resto
en las garras que sostienen mi cara.