Hoy queridos amigos, quiero compartir esta carta que me pareció por demás emotiva...disfrutémosla juntos...
Amado mio
¿Dónde estás ? Mis pies descalzos te han seguido desde las orillas de las aguas saladas, por la fina hierba, por la hierba húmeda o la roca candente, tranco tras tranco hasta lo más alto de la cumbre.
Mi sangre hace siglos que hierve en mis venas. Estoy fuera del tiempo y del espacio, pero te siento, te siento y te busco y te seguiré buscando.
Siento henchirse mi pecho, siento estrecharse mi cintura, siento el abrazo de tu brazo fuerte, el aleteo de alas leves...y luego quedar, quedar quedar extenuada y sola, con mi cuerpo a cuestas, para seguir esperando...
¿Dónde estás amor, que te siento, te siento y no te encuentro ? Sólo te adivino en las albas y atardeceres sin fin, en mi camino errante, en mi eterna soledad.
Eres el único sentido de mi vida, eres el amor, eres la paz, eres....todo, el todo por el que una mujer vive y muere, una vez, otra vez, miles de veces, sin cesar. Sobre la tierra o bajo la tierra negra, ven, ven.
He de sentir el hábito de tus pasos y desde mi descanso, treparé por las raíces de una hiedra, me anudaré en los recodos retorcidos de u tronco para amarte y fundirme contigo en ese fuego de los dos, que vive.
¡Cuán largo ha sido el camino! pero vale la pena. Amor, solo amor es el sentido de la vida, del más allá, de la existencia.
¿Te encontraré algún día? Entonces, estos pasos de peregrina errante, cesarán, para subir juntos la cuesta, para sentir fusionarse nuestros cuerpos y nuestras almas, más allá del bien y del mal. pero estaremos tú y yo, yo y tú, los dos,sólo en uno, para siempre, para toda una existencia, para toda una eternidad.
Aquí va todo mi amor, hasta la última brizna de mi aliento. Te amo, amor mío, te amaré siempre.
Dadá,-
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