Carta-Mirta Eva Doria-

QUERIDA MIA






                          En estos momentos, preso de mi soledad, pienso en ti desesperadamente. Vuelo con mis imágenes, creadas para estimular mi vida hacia dónde te encuentres.








                          Puedo sentir el perfume de los azahares, de los naranjos que crecen en la tierra fértil del fondo de casa.








                           Puedo imaginar el viento golpeando mis ojos entreabiertos, mis labios húmedos en un murmullo de lejano lamento. Te extraño ! Siento que cuándo te tuve no supe valorarlo y cuando me tenías me brindabas todo...alegría, paciencia, valor tolerancia, hasta dejabas que diera a otros para recibir en consecuencia. Cuánto te extraño mi amada !








                           Mi ser quisiera estar junto a ti como cuando sonábamos juntos un mundo mejor. Qué poco supe apreciar tu cercanía !   Las posibilidades que día a día me ofrecías para crecer como ser humano...como persona. Es hoy, que no te tengo, cuando más te aprecio y es hoy que pienso cuántas veces personaste mis errores y continuaste conmigo silenciosa, respetando mis decisiones y otorgándome mil oportunidades.








                          Hoy no vivo feliz.  Las ausencias hieren el alma y a veces las heridas duelen y no me permiten crecer. Desde mi rincón añejo y lejano, lleno de tiempo con poco espacio, desearía disfrutar de tus largos tiempos de tus inmensos espacios que me dieron la experiencia más hermosa de la vida.









                          Qué bella estarás con este sol calentito que dibuja sonrisas en los niños ! Qué alegre bailarás entre la gente del pueblo que te busca para vivir con dignidad! qué orgullosa responderás con tu sabiduría !  Estoy solo y sólo tú podrás devolver a mi alma la alianza pacífica entre la vida y mi universo.







                           Espero que no me olvides ! que me cuentes entre los que te aman y añoran. Déjame posar en tu mejilla de rosas y jazmines, en tu boca perfumada de alelíes, mi beso de añoranza, mi amor, y el deseo de dar mi vida por ti, si fuera necesario.








                             Ahora te saludo, te envío mi cariño más sincero. No me olvides ! te espero ! y deseo que cuándo recibas estas líneas seas acogida por todos los que te aman. Te abrazaría  si pudiera, cada día de mi vida, anhelada Libertad! Don de Dios. elección del hombre.


                                                                                                                                 Martín.