jueves, 20 de julio de 2017

El progreso técnico y la integración de la Economía Mundial.

Hoy decidí referirme a un libro titulado La Economía Argentina. Su autor es Aldo Ferrer. Ni más ni menos...

La segunda mitad del siglo XIX a partir de un límite que puede fijarse en torno de 1860 inagurara una nueva etapa del desarrollo económico argentino.


La revolución tecnológica en Europa y la industrialización de los países más avanzados del Viejo Mundo, determinaron entre otras, la apertura de posibilidades de desarrollo de los territorios aptos para la producción agropecuaria de clima templado.

La fértil pradera pampeana fue un centro natural de atracción de los intereses europeos-en especial de los británicos.


En América el desarrollo de ciertas actividades destinadas a la exportación-como la minería y la agricultura tropical- proporcionaron las bases del crecimiento durante la época colonial.

Tanto en Europa como en América, fue la expansión del comercio y las actividades exportadoras lo que proporcionó un impulso dinámico .

El avance tecnológico  que acrecienta su intensidad se materializó en una mejora de la producción, fabricación y entrega de los productos que llegan a nuestras manos.


Ferrer nos comenta que en el sistema capitalista , una parte sustancial del ingreso total corresponde a los capitalistas y ello limita en la medida que éstos no consuman o inviertan la totalidad de su ingreso a la demanda efectiva.



Cuándo las exportaciones del país crecían, y sus precios subían era porque la demanda y los precios de los productos agropecuarios en e mercado internacional estaban en ascenso.

El encarecimiento de las exportaciones argentinas no disminuía y aumentaban las posibilidades de colocación en el mercado mundial.


Ésta pequeña alusión al libro de Ferrer nos puede ayudar a comprender quizá un poco más acerca de determinados términos económicos y de paso, sirve para que muchos economistas-o porqué no el ciudadano común- debatan al respecto...



Una pequeña descripción de una época que Argentina vivió...



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